"La letra con sangre entra" nunca ha sido un slogan muy apropiado. Atendiendo a mi experiencia, tanto en el campo docente como en el de educadora social, puedo afirmar que uno de los factores que más contribuye a incrementar el éxito escolar es el mantener unas altas expectativas sobre nuestro alumnos e hijos, basada en una relación de cariño y respeto. Por eso, debemos desterrar de nuestras actuaciones, los gritos y humillaciones.
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